¿Conoce la arquitectura de Alejandro Aravena?

La arquitectura habitualmente suele pensarse desde una perspectiva estética. Sin embargo, para el arquitecto chileno Alejandro Aravena el oficio de la profesión reside en resolver problemáticas urgentes de la sociedad a través de la vivienda social. El concepto que aplica para interpretar contextos desde hace varios años es la “vivienda progresiva”, un punto de partida para que las familias reciban una unidad de vivienda básica y estas después de reunir los recursos puedan darle un crecimiento progresivo. Aravena afirma que “la incorporación de la ciudadanía da continuidad a los procesos de transformación urbana”, es decir, cuando se hace partícipe a la comunidad en estas intervenciones, se logra conocer las verdaderas necesidades del habitar.

A continuación le contamos sobre tres proyectos de vivienda social, en los cuales el arquitecto junto a su firma de diseño desarrollaron y aplicaron exitosamente el concepto de “vivienda progresiva”.

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1.Viviendas Quinta Monroy

La escasez de la vivienda en chile, llevó a malas condiciones de habitabilidad a las familias en la ciudad de Iquique. En este proyecto, Aravena aplica por primera vez la idea de “vivienda progresiva”. Con un presupuesto muy limitado, propone la construcción de una hilera de casas. Estas albergan una unidad básica, pero pueden ser ampliadas de forma regulada por las familias para evitar el hacinamiento y contar con una unidad más completa.

2.Viviendas Villa verde

Este proyecto fue construido en la ciudad de Constitución después del terremoto en el 2010, que dejó la ciudad completamente destruida. Aquí se acentuó aún más la idea de la “vivienda progresiva”, al otorgar a los habitantes unidades de vivienda de 57 metros cuadrados a las cuales se les puede dar un crecimiento progresivo hasta de 85 metros cuadrados.

3.Viviendas Monterrey

Los costos altos de las viviendas en México, infieren un problema para que una familia de escasos recursos pueda acceder a una de ellas. Por lo anterior, el proyecto fue encargado por el gobierno mexicano a la firma chilena. La tipología funciona similar a las viviendas de Quinta Monroy, al manejar superficies básicas que ligeramente pueden extenderse. Sin embargo en estas unidades se propuso una losa de hormigón para evitar que los habitantes se ocuparan en resolver el tema de la cubierta en las ampliaciones.

La manera de servir desde su profesión, en su mayor parte a necesidades sociales y humanitarias, lo hicieron merecedor del premio Pritzker de arquitectura en 2016.

Para concluir, Aravena piensa que “el poder de la arquitectura está en la síntesis, para decir lo que se quiere en dos palabras en lugar de tres, para lograr una solución en el menor número de movimientos posible", dicho en otras palabras, la arquitectura está en la capacidad de hacer mucho sin tener tanto.

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